
¡La vida en “ultracongelación”!
Los intercambiadores de calor Bowman proporcionan calefacción vital para la estación de investigación antártica Halley VI.
Intercambiadores de calor de aire a agua que ayudan a mejorar la eficiencia del motor y reducir las emisiones en motores estacionarios marinos y terrestres.
Los intercambiadores de calor de los gases de escape han sido diseñados para recuperar la energía residual del calor de los gases de escape de los grupos electrógenos de motor alternativo.
Los refrigeradores Bowman “libres de cobre” son intercambiadores de calor compactos y altamente eficientes indicados para los sistemas de acondicionamiento de combustible de la industria de tests automovilísticos.
Refrigeración por camisa de agua para motores de propulsión marina o motores terrestres estacionarios.
Los intercambiadores de calor Bowman EC 80-5113-1T ofrecen una nueva solución para calentar spas y jacuzzis en solo una fracción del tiempo que necesitan los calentadores eléctricos convencionales.
Soluciones de transferencia de calor altamente eficientes para la refrigeración de sistemas hidráulicos marinos, terrestres y subterráneos.
Los intercambiadores de calor tipo placa en línea Bowman son una solución compacta y económica para una transferencia de calor de alta eficiencia.
Soluciones de refrigeración a medida para una gama de motores marítimos populares de los principales fabricantes de equipos originales que incluye intercambiadores de calor, refrigeradores de aire de carga e intercambiadores de calor combinados con sistemas de escape, adecuados para la refrigeración de motores marinos de hasta 1 MW.
Una gama de enfriadores de aceite altamente eficientes, diseñados para motores y transmisiones marítimos e industriales.
Intercambiadores de calor eficientes para refrigerar motores eléctricos, celdas de combustible de hidrógeno, baterías, cargadores, convertidores CA-CC, convertidores CC-CC, inversores y equipos asociados en sistemas de propulsión marina eléctricos e híbridos.
Soluciones de transferencia de calor altamente eficientes para refrigerar una variedad de aplicaciones en las que tanto aire como fluidos deben ser enfriados utilizando fluidos.
Muchas aplicaciones requieren intercambiadores de calor de carcasa y tubos de acero inoxidable y Bowman ofrece un rango estándar de unidades adecuadas para refrigerar o calentar una gran variedad de fluidos.
Los intercambiadores de calor de piscinas Bowman son reconocidos por su fiabilidad y eficiencia. Sea que esté calentando su piscina con una caldera tradicional o mediante una fuente de energía renovable, Bowman es la opción obvia.
Intercambiadores de calor y refrigeradores de aceite de primera calidad para un control preciso de la temperatura de los motores en condiciones de desarrollo de las células de prueba.
Recuperación de la energía del calor residual producida por grupos electrógenos a motor para aplicaciones de biogás, diésel y gas natural de hasta 1 MW.
Refrigeración eficiente para motores estacionarios/terrestres en los que la refrigeración por aire no es adecuada o no se encuentra disponible.
La solución fiable para refrigerar los sistemas eléctricos e híbridos de propulsión marina
Una solución integral para la refrigeración de aceite en sistemas de control hidráulico industrial, además de en aplicaciones de alta temperatura y minería.
Una solución completa para refrigerar equipos hidráulicos complejos de a bordo, incluyendo sistemas propulsores y estabilizadores.
La solución de refrigeración completa para propulsión de motores marinos, incluyendo los más novedosos sistemas eléctricos e híbridos.
Una solución energéticamente eficiente para calentar jacuzzis y spas más rápidamente, reduciendo significativamente los periodos de calentamiento durante el cambio de huéspedes.
Intercambiadores de calor de alta calidad para el calentamiento eficiente de piscinas, utilizando caldera o fuentes energéticas renovables.
Asegurar la velocidad correcta del medio de enfriamiento a través del intercambiador de calor es vital para la salud a largo plazo de la unidad. Consíguelo mal y los resultados podrían ser terminales.
La velocidad (o tasa de flujo) del fluido que circula a través de un intercambiador de calor típico de carcasa y tubos es extremadamente importante. No solo puede tener una relación directa con la eficiencia de la transferencia de calor del equipo. A menudo en los casos en los que se utiliza un caudal incorrecto, se termina convirtiendo en la causa de un fallo prematuro de la unidad, situación que también puede ocurrir por causas muy diferentes. En este artículo, analizaremos algunas de las razones del por qué.
Cada intercambiador de calor está diseñado para funcionar a una tasa de flujo máxima recomendada para el medio de refrigeración que se está utilizando y los fabricantes, tal como sucede con Bowman, esperan que esto se cumpla. Desafortunadamente, la vida real nos demuestra que no siempre es así y en los casos en que se excede un flujo determinado, se suele provocar un fallo prematuro del equipo.
El problema es bastante simple. A medida que se incementa la velocidad de flujo del medio de refrigeración superando las recomendaciones del fabricante, aumenta la velocidad con la que el fluido entra en el intercambiador de calor y la velocidad resultante con la que golpea el mazo de tubos de la unidad puede dañar tanto los propios tubos como la placa del tubo que los sujeta en su posición al interior intercambiador de calor. Teniendo en cuenta que el mazo de tubos suele ser el componente más caro de estos equipos, sencillamente no tiene sentido ignorar los caudales máximos recomendados por el fabricante, ya que esta erosión prematura es costosa, tanto en términos de reemplazo de la unidad como del plazo de inactividad resultante provocado por tal avería.
Pero eso es solo una parte de la historia. Una tasa de flujo baja ¡también puede provocar una infinidad de problemas adicionales!
Está ampliamente aceptado que una velocidad inferior a 1 metro por segundo (1 m/s) reduce la eficiencia del intercambiador de calor. También es un hecho que el uso de un intercambiador de calor demasiado grande para la aplicación concreta, reduce el rendimiento de transferencia de calor de la unidad, ya que disminuye efectivamente la velocidad del medio de enfriamiento.
Y si los caudales son muy bajos, o si se permite que el agua del interior del intercambiador de calor se estanque, se pueden ocasionar otros problemas, analizados en otro artículo «¿El agua estancada está matando a su intercambiador de calor?» Así que, por diferentes motivos, tanto un caudal de líquido refrigerante bajo como uno alto pueden tener un efecto grave y perjudicial en la vida útil de un intercambiador de calor.
Sin embargo, en algunas aplicaciones, simplemente es imposible evitar unas bajas o altas tasas. ¿Qué hacer en esos casos?
En Bowman, recomendamos un caudal máximo de 3 m/s para los intercambiadores de calor estándar que utilizan tubos de cupro-níquel, cuando se refrigera con agua dulce y de 2 m/s cuando se utiliza agua de mar. Para aplicaciones en las que es importante una mayor velocidad, existen materiales alternativos, como el titanio, que ofrecen un mayor rendimiento y una vida útil más larga.
Adicionalmente, Bowman ofrece también una multitud de opciones de cubiertas de extremos que permiten que el agua de refrigeración circule a través de los tubos en configuraciones de 1, 2 o 3 pases. Esto permite que la misma unidad sea adecuada para una variedad de diferentes caudales, asegurando a la vez una velocidad controlada y dentro de los parámetros establecidos.
En caso de que tenga alguna duda sobre el flujo óptimo para una unidad Bowman existente, o sobre la unidad adecuada en función de sus requisitos, utilice el enlace para descargar el folleto que le proporcionará una mayor información sobre los caudales y velocidades adecuados para cada intercambiador de calor de la gama Bowman. ¿Todavía no está seguro? En ese caso, póngase en contacto con nuestro equipo de ventas técnicas en el número de teléfono +44 (0)121 359 5401 o envíe un correo electrónico a [email protected].
Asegurar la velocidad correcta del medio de enfriamiento a través del intercambiador de calor es vital para la salud a largo plazo de la unidad. Consíguelo mal y los resultados podrían ser terminales.
La velocidad (o tasa de flujo) del fluido que circula a través de un intercambiador de calor típico de carcasa y tubos es extremadamente importante. No solo puede tener una relación directa con la eficiencia de la transferencia de calor del equipo. A menudo en los casos en los que se utiliza un caudal incorrecto, se termina convirtiendo en la causa de un fallo prematuro de la unidad, situación que también puede ocurrir por causas muy diferentes. En este artículo, analizaremos algunas de las razones del por qué.
Cada intercambiador de calor está diseñado para funcionar a una tasa de flujo máxima recomendada para el medio de refrigeración que se está utilizando y los fabricantes, tal como sucede con Bowman, esperan que esto se cumpla. Desafortunadamente, la vida real nos demuestra que no siempre es así y en los casos en que se excede un flujo determinado, se suele provocar un fallo prematuro del equipo.
El problema es bastante simple. A medida que se incementa la velocidad de flujo del medio de refrigeración superando las recomendaciones del fabricante, aumenta la velocidad con la que el fluido entra en el intercambiador de calor y la velocidad resultante con la que golpea el mazo de tubos de la unidad puede dañar tanto los propios tubos como la placa del tubo que los sujeta en su posición al interior intercambiador de calor. Teniendo en cuenta que el mazo de tubos suele ser el componente más caro de estos equipos, sencillamente no tiene sentido ignorar los caudales máximos recomendados por el fabricante, ya que esta erosión prematura es costosa, tanto en términos de reemplazo de la unidad como del plazo de inactividad resultante provocado por tal avería.
Pero eso es solo una parte de la historia. Una tasa de flujo baja ¡también puede provocar una infinidad de problemas adicionales!
Está ampliamente aceptado que una velocidad inferior a 1 metro por segundo (1 m/s) reduce la eficiencia del intercambiador de calor. También es un hecho que el uso de un intercambiador de calor demasiado grande para la aplicación concreta, reduce el rendimiento de transferencia de calor de la unidad, ya que disminuye efectivamente la velocidad del medio de enfriamiento.
Y si los caudales son muy bajos, o si se permite que el agua del interior del intercambiador de calor se estanque, se pueden ocasionar otros problemas, analizados en otro artículo «¿El agua estancada está matando a su intercambiador de calor?» Así que, por diferentes motivos, tanto un caudal de líquido refrigerante bajo como uno alto pueden tener un efecto grave y perjudicial en la vida útil de un intercambiador de calor.
Sin embargo, en algunas aplicaciones, simplemente es imposible evitar unas bajas o altas tasas. ¿Qué hacer en esos casos?
En Bowman, recomendamos un caudal máximo de 3 m/s para los intercambiadores de calor estándar que utilizan tubos de cupro-níquel, cuando se refrigera con agua dulce y de 2 m/s cuando se utiliza agua de mar. Para aplicaciones en las que es importante una mayor velocidad, existen materiales alternativos, como el titanio, que ofrecen un mayor rendimiento y una vida útil más larga.
Adicionalmente, Bowman ofrece también una multitud de opciones de cubiertas de extremos que permiten que el agua de refrigeración circule a través de los tubos en configuraciones de 1, 2 o 3 pases. Esto permite que la misma unidad sea adecuada para una variedad de diferentes caudales, asegurando a la vez una velocidad controlada y dentro de los parámetros establecidos.
En caso de que tenga alguna duda sobre el flujo óptimo para una unidad Bowman existente, o sobre la unidad adecuada en función de sus requisitos, utilice el enlace para descargar el folleto que le proporcionará una mayor información sobre los caudales y velocidades adecuados para cada intercambiador de calor de la gama Bowman. ¿Todavía no está seguro? En ese caso, póngase en contacto con nuestro equipo de ventas técnicas en el número de teléfono +44 (0)121 359 5401 o envíe un correo electrónico a [email protected].

Los intercambiadores de calor Bowman proporcionan calefacción vital para la estación de investigación antártica Halley VI.

Si no puede soportar el calor, ¡consiga un intercambiador de calor Bowman! Cómo los intercambiadores de calor Bowman han resuelto un enorme dolor de cabeza debido a la refrigeración para una compañía portuguesa de cruceros fluviales.

Los intercambiadores de calor Bowman ofrecen fiabilidad y eficiencia del siglo XXI a un complejo histórico de piscinas al aire libre del sur de Gales.

Un nuevo sistema de secado de grano de «circuito cerrado», que utiliza intercambiadores de calor Bowman en Finlandia, ha reducido significativamente los costos energéticos mejorando su eficiencia energética.

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Los intercambiadores de calor Bowman ofrecen fiabilidad y eficiencia del siglo XXI a un complejo histórico de piscinas al aire libre del sur de Gales.

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