¡La vida en “ultracongelación”!

Los intercambiadores de calor Bowman proporcionan calefacción vital para la estación de investigación antártica Halley VI.

Para los científicos que viven y trabajan en la estación de investigación Halley VI del British Antarctic Survey, un calor y energía fiables no son un lujo, sino una cuestión de vida o muerte.

Los intercambiadores de calor Bowman son una parte clave del sistema CHP (Cogeneración de Calor y Energía) que proporciona a la base un suministro energético constante y fiable que alimenta la totalidad de su calefacción, iluminación, ventilación y energía.

Halley VI es la primera estación de investigación completamente reubicable del mundo. Situada en la plataforma de hielo Brunt, esta vanguardista instalación comprende ocho “cápsulas” interconectadas que se asientan sobre esquís, vía unas patas hidráulicas que se pueden elevar para superar la acumulación de nieve en invierno.

La estación opera durante todo el año con una población máxima de 70 personas en el verano y un promedio de 16 durante el invierno cuando las temperaturas caen hasta alrededor de -50 °C. Se requiere una demanda de combustible estimada en 240000 l por año para mantener operativa la estación y satisfacer esta demanda era algo fundamental en el diseño del sistema energético, igual que lo era la reducción del consumo de energía y las emisiones.

Diseñado por Westac Power Ltd, el sistema CHP utiliza el calor residual para calentar los edificios y derretir la nieve para proporcionar agua caliente. Los intercambiadores de calor Bowman capturan el calor residual de los gases de escape de los generadores que se utiliza para calentar el agua. Este proceso permite que la unidad CHP proporcione calefacción y agua caliente sin costo adicional en términos de uso de combustible o emisiones al medio ambiente.

La base se construyó junto a la estación anterior, Halley V, durante cuatro veranos antárticos, deteniendo la obra durante los inviernos, cuando las condiciones son demasiado extremas para trabajar. Al final de cada invierno, los equipos de construcción e ingeniería regresaban para probar el equipo y el sistema de energía en este congelado lugar. A pesar de soportar las condiciones más extremas del planeta, los generadores, que incorporan las unidades Bowman, fueron capaces de arrancar cada ocasión una vez finalizado el helado del invierno.

Igualmente, los ingenieros debían tener la seguridad de que el sistema de energía y los intercambiadores de calor serían operativos y fiables antes de poder tomar la decisión de que era seguro cerrar y abandonar Halley V confiando en Halley VI. La estación entró en funcionamiento el 28 de febrero de 2012 y se inauguró oficialmente el 5 de febrero de 2013, lista para el siguiente invierno antártico.